El Che y la coincidencia
Zoe Valdes en El Nuevo Herald,

No dudo que Gael García Bernal haya afrontado ambos trabajos con la seriedad y el talento que ha sabido trabajarse desde Amores Perros. Pero no he podido evitar partirme de la risa al comprobar que ha querido la coincidencia que el mexicano se haya visto obligado a interpretar, casi al mismo tiempo, en la primera película a un travestido de pelucón amarillo violado por un cura y en la segunda a la figura de uno de los asesinos más legendarios de todos los tiempos.
Ya se habrán dado cuenta de la razón de mi ataque de risa. ¡Con lo que odiaba el Che a los homosexuales! Y el azar ha hecho lo suyo y ha puesto al mismo actor que encarna su personaje a protagonizar también a un gay traumatizado por el clérigo.

Asi son las ironias de la vida.